Una de las preguntas que ronda a la Web 2.0 es acerca del verdadero "poder" de los Blogs. ¿Es cuantificable, es medible? ¿Cuáles son sus aportes? ¿Qué consecuencias tienen en el poder?
Gracias a la invitación de Paulo Saavedra pude participar del encuentro BlogPower: El Poder de tu Click junto a otros destacados blogeros, políticos y emprendedores. Fue un evento de primer nivel, con exposiciones de gran valor, particularmente la de Fernando Paulsen que analizó las primarias de EEUU y las razones por las cuales Obama ganó a Hillary (presentación que puede verse acá).
Mi participación fue en el marco del Panel Política y Gobierno junto a Claudio Orrego (Alcalde), Soledad Ferreiro (BCN), Pablo Matamoros (RN), José Ignacio Porras (ARS Chile) y Marcelo Díaz (Diputado PS). Primera vez que me sumo a una conversación de este tipo, reconociendo que mi especialidad no es el análisis político. Sin embargo, creo haber sintonizado con el propósito del evento, al plantear mi visión sobre Política y Tecnología, que apareció en La Tercera y en El Mercurio de Valparaiso y que explico a continuación.
El planteamiento tiene dos aristas. Por un lado, la tendencia mundial es hacer una política más participativa mediante el uso de estas redes, ya sea a partir de las campañas políticas o encuestas abiertas, donde los ciudadanos se comunican con los candidatos o autoridades ya electas y les hacen sus planteamientos, pero siempre desde el espacio que estos últimos abren. Por ejemplo una cuenta en Facebook, una página web con Blog o un canal de YouTube. De esta forma el espacio es "dirigido" por el Político (el mismo o su equipo de trabajo), donde la participación ciudadana es verdadera, pero dirigida. Ejemplos de esto tenemos muchos, Piñera, Trivelli, incluso el mismo Orrego. Obama es el más claro ejemplo en este sentido.
La segunda forma, que me parece más atractiva y fue la que puse más énfasis en BlogPower, es de la política construida desde los ciudadanos. Tal como mencioné allí, hace 10 años las decisiones políticas eran (o más bien parecían) exclusivamente de los "Políticos", llámense Alcaldes, Diputados, Senadores, y todo tipo de autoridades. En cambio hoy, gracias al poder de estas redes digitales, se han configurando grupos de ciudadanos (llamados SmartMobs) que de acuerdo a intereses comunes van desarrollando no sólo demandas al poder político, sino también propuestas, obligando a la élite no sólo a abrirse a escucharlos, sino también a comprender (y aprender) estas prácticas. Estos grupos han ido tomando suficiente fuerza como para ir demandando mayor atención, compromiso y fiscalización. Serán una verdadera "piedra en el zapato" para quienes no sepan comprender su importancia y relacionarse con ellos.
Ejemplos cercanos de lo que menciono son Liberación Digital, Neutralidad SI y Un Computador por Niño, y en menor medida dado a su falta de "organización jerárquica" pero con un gran valor digital, FayerWayer, AtinaChile y los Diarios Ciudadanos. Cada uno de ellos ha tenido incidencia en el último tiempo en el accionar político, y son un ejemplo de lo que iremos viendo hacia el futuro convertirse en un estándar: la política participativa ciudadana. El caso más concreto es, a mi juicio, el anuncio de la Presidenta Bachelet de tener 30 mil computadores en los colegios el próximo año, situación que no hubiera sido posible de imaginar sin la demanda de los ciudadanos adheridos voluntariamente a la Campaña "Un Computador por Niño".
A nivel de herramientas web no deja de sorprenderme el crecimiento de Facebook. Según sus propias cifras, tendría más de 1 millón de Chilenos mayores de 18 años, de los cuales 800 mil estarían entre los 18 y 29 años. Son números muy significativos que develan un rol muy relevante de los jóvenes en la apropiación tecnológica y en la movilización social y política. Cualquier estrategia política de las elecciones venideras tendrá que tener muy en cuenta factores de este tipo.
Por último, un acceso democrático a las herramientas no necesariamente es señal de un acceso igual a las redes. Si bien el uso de la "Web 2.0" es gratuito y hace la participación más democrática, la banda ancha aún es restrictiva, elitista y está lejos de ser representativa del país. Tenemos que dirigir grandes esfuerzos como CH1 para recortar esta brecha en el corto plazo, asegurar la participación de la Sociedad y empoderar a los ciuidadanos con la fuerza de las redes digitales y sociales que constituyen el estándar de la Internet hoy día.
Mi participación fue en el marco del Panel Política y Gobierno junto a Claudio Orrego (Alcalde), Soledad Ferreiro (BCN), Pablo Matamoros (RN), José Ignacio Porras (ARS Chile) y Marcelo Díaz (Diputado PS). Primera vez que me sumo a una conversación de este tipo, reconociendo que mi especialidad no es el análisis político. Sin embargo, creo haber sintonizado con el propósito del evento, al plantear mi visión sobre Política y Tecnología, que apareció en La Tercera y en El Mercurio de Valparaiso y que explico a continuación.
El planteamiento tiene dos aristas. Por un lado, la tendencia mundial es hacer una política más participativa mediante el uso de estas redes, ya sea a partir de las campañas políticas o encuestas abiertas, donde los ciudadanos se comunican con los candidatos o autoridades ya electas y les hacen sus planteamientos, pero siempre desde el espacio que estos últimos abren. Por ejemplo una cuenta en Facebook, una página web con Blog o un canal de YouTube. De esta forma el espacio es "dirigido" por el Político (el mismo o su equipo de trabajo), donde la participación ciudadana es verdadera, pero dirigida. Ejemplos de esto tenemos muchos, Piñera, Trivelli, incluso el mismo Orrego. Obama es el más claro ejemplo en este sentido.
La segunda forma, que me parece más atractiva y fue la que puse más énfasis en BlogPower, es de la política construida desde los ciudadanos. Tal como mencioné allí, hace 10 años las decisiones políticas eran (o más bien parecían) exclusivamente de los "Políticos", llámense Alcaldes, Diputados, Senadores, y todo tipo de autoridades. En cambio hoy, gracias al poder de estas redes digitales, se han configurando grupos de ciudadanos (llamados SmartMobs) que de acuerdo a intereses comunes van desarrollando no sólo demandas al poder político, sino también propuestas, obligando a la élite no sólo a abrirse a escucharlos, sino también a comprender (y aprender) estas prácticas. Estos grupos han ido tomando suficiente fuerza como para ir demandando mayor atención, compromiso y fiscalización. Serán una verdadera "piedra en el zapato" para quienes no sepan comprender su importancia y relacionarse con ellos.
Ejemplos cercanos de lo que menciono son Liberación Digital, Neutralidad SI y Un Computador por Niño, y en menor medida dado a su falta de "organización jerárquica" pero con un gran valor digital, FayerWayer, AtinaChile y los Diarios Ciudadanos. Cada uno de ellos ha tenido incidencia en el último tiempo en el accionar político, y son un ejemplo de lo que iremos viendo hacia el futuro convertirse en un estándar: la política participativa ciudadana. El caso más concreto es, a mi juicio, el anuncio de la Presidenta Bachelet de tener 30 mil computadores en los colegios el próximo año, situación que no hubiera sido posible de imaginar sin la demanda de los ciudadanos adheridos voluntariamente a la Campaña "Un Computador por Niño".
A nivel de herramientas web no deja de sorprenderme el crecimiento de Facebook. Según sus propias cifras, tendría más de 1 millón de Chilenos mayores de 18 años, de los cuales 800 mil estarían entre los 18 y 29 años. Son números muy significativos que develan un rol muy relevante de los jóvenes en la apropiación tecnológica y en la movilización social y política. Cualquier estrategia política de las elecciones venideras tendrá que tener muy en cuenta factores de este tipo.
Por último, un acceso democrático a las herramientas no necesariamente es señal de un acceso igual a las redes. Si bien el uso de la "Web 2.0" es gratuito y hace la participación más democrática, la banda ancha aún es restrictiva, elitista y está lejos de ser representativa del país. Tenemos que dirigir grandes esfuerzos como CH1 para recortar esta brecha en el corto plazo, asegurar la participación de la Sociedad y empoderar a los ciuidadanos con la fuerza de las redes digitales y sociales que constituyen el estándar de la Internet hoy día.
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